En marzo de 2012 Ariel Acevedo, enfermero de la Asociación Española, fue procesado por diez homicidios y Marcelo Pereira, enfermero de la Española y el Maciel, por cinco. Además, una enfermera de la Española fue procesada como cómplice.
Esta semana se supo que no hay evidencia médica de homicidio en ninguno de los 15 casos por los que fueron procesados los dos enfermeros, según confirmaron fuentes judiciales a No toquen nada. La junta médica entregó a la jueza Dolores Sánchez un informe con los siete casos que faltaban analizar y la conclusión es que de la historia clínica no surgen factores exógenos intervinientes en la muerte de los pacientes. Antes se habían analizado, con las mismas conclusiones, los otros ocho casos donde los enfermeros dijeron haber actuado como informó No toquen nada el 6 de marzo.
En cuatro de los últimos cinco casos entregados a la jueza se explica que los pacientes tenían indicados potentes sedantes como Dormicum o Midazolam. En el caso restante no se dio sedación porque el paciente había ingresado con un infarto cerebral y murió a las pocas horas.
Pereira, uno de los enfermeros, reconoció que daba Dormicum o morfina a sus pacientes con la intención de sedarlos e incluso dijo a la policía que si las personas hacían un paro, él trataba de reanimarlos.
Esta nueva conclusión de que algunos pacientes tenían recetados potentes sedantes refuerza la idea de que difícil matar a una persona con ellos y que es común que se les aplique a pacientes en estado grave. Incluso, algunos libros de farmacología dicen que los inmunodepresores como la morfina a veces sirven para ayudarlos a respirar mejor, dijo una fuente médica a 180.
Esto siempre depende de la dosis y del estado de los pacientes. En el caso de los enfermeros, los médicos no encontraron elementos para señalar que algún factor externo intervino en la muerte de los pacientes o provocó el desenlace, algo que dejó al caso sin evidencia médica de asesinato.
El fiscal de la causa, Gilberto Rodríguez, había explicado a No toquen nada que en un delito como el homicidio es importante encontrar la causa que lo provocó y de no ser así existe la posibilidad de juzgarlo como un delito imposible. "Se suele poner en facultad un ejemplo donde una persona agrede a otra, la suben en una ambulancia que después choca y la persona muere. ¿Por qué hecho tiene que responder esa persona? Porque yo lo lesioné, pero no murió por mi lesión, sino que lo hizo por el accidente que tuvo la ambulancia. Acá, si murió por enfermedades preexistentes y el acto de los enfermeros no fue determinante para producir esa muerte, lo que tenés es la presencia de un delito imposible porque la acción desarrollada no es idónea para causar ese resultado", sostuvo.